jueves, 17 de diciembre de 2009

Hay que sufrir el fracaso para conocer la victoria
...Hay que morir para renacer en una palabra.
En el recuerdo de un verso, en la mente del mortal que un día decidió cuestionar su propia y etérea vida...Negando la existencia de su imperfección y arrojándose en la falacia del ensueño abnegado de la apatía